CELOS ENTRE LOS PEQUEÑOS DE LA CASA
Es una conducta totalmente normal que suele reflejarse en los niños de mayor edad frente a otros de menor, que convivan en la misma casa, suelen ser hermanos. El hecho de que sea normal no debe de ser ignorada, puesto que es una reacción de emociones que expresa normalmente el niño de mayor edad como aclamó hacia sus padres o tutores, y como tal debe ser tratada para encauzar sus sentimientos, valores e identificación de su ser.
Se puede empezar a 'PREVENIR' el terreno cuando ya se conoce que en la casa va a entrar un nuevo ser frente al niño que va a pasar a tener el rol de hermano mayor. Haciéndole partícipe de los preparativos de su próximo hermano, como... adecuarle la habitación, hablarle de él, darle conciencia de que ahora esta en la barriguita de mamá y de que tras unos meses saldrá para estar con nosotros en casa.
La 'AUTOCONFIANZA' del hermano mayor debe de ser reforzada evitando comparaciones con el más pequeño, siempre haciéndole saber cuál es su posición ahora y que funciones tiene, porque en el momento que deja ser hijo único para convertirse en hermano mayor adquiere unas funciones que hemos de enseñarle. El error que cometen la mayoría de los padres es que creen que esas funciones ya son sabidas por su hijo mayor.
Ahora viene la 'REEDUCACION DE SENTIMIENTOS', con la cooperación en casa y hacerle entender que él es importante tanto o igual que antes porque nosotros (padres) necesitamos de su ayuda, hay que hacerle participe en todo, no podemos desplazarlo como si nada. Así intentaremos que entienda poco a poco, que la confianza en los demás, la cooperación,... obtenga una visión positiva de las relaciones humanas.
La 'CONDUCTA', nosotros debemos ir modificandosela poco a poco, reforzando las positivas e ignorando las negativas.
Con una 'RETRIBUCIÓN COGNITIVA' siempre hay que hacerles entender todo. Ellos necesitan siempre explicaciones.
La actitud de los padres debe ser siempre estable e invariante... ni demasiado blanda, ni demasiado dura, siempre en equilibrio. Tampoco ha de discriminarse al nuevo hijo para que él mayor se potencie en su rol, porque estaremos favoreciendo sentimientos de odio y envidia justificados. Por eso nunca hay que descalificar a nadie.
Tienen cambios en el comportamiento cuando:
-Incremento de la desobediencia
-Más llorones y tercos
-Irritables y nerviosos
-Agresividad creciente dirigida al principio contra la madre y posteriormente contra el hermano
-Afectuosidad excesiva hacia el bebé.
Realizan conductas infantiles cuando:
-Se chupa el dedo
-Vuelve a hacerse pipi o caca encima o en cualquier lugar de la casa.
-Utiliza de nuevo el "lenguaje bebé"
-Vuelven las rabietas
-Cambios en el sueño
Los padres no pueden adoptar una actitud demasiado permisiva ni excesivamente represora. No corregir la conducta celosa como se debe, sin exigencias. Descalificar o hacer desprecios al pequeño potencia al mayor a odiar al hermano como si de un rival se tratase por comprender que tiene mejor habilidades, esto provoca una conducta de celos prolongada.
Los padres deben tratar de implantar en los hijos actitudes mas cooperativas y menos
competitivas. La crianza en solidaridad provoca desapego social y actitudes antisociales, por ello desde bien pequeño hemos de intentar mejorar estas bases para que en un futuro sea menos complicado la corrección de un comportamiento emotivo tan complicado.
Ellos son imitadores de nuestras situaciones, por lo tanto, los hechos producidos en nosotros serán consecuentes en una reproducción en nuestros hijos.
Así que si los padres se pelean para resolver situaciones, el hijo así lo hará también.
Si los padres chillan, el hijo chillará cada vez que quiera ser escuchado sin espera.
Si los padres recelan en situaciones, el hijo recelará.
Si los padres utilizan vocabulario inadecuado, que no se sorprendan cuando su hijo diga "cabrón".
Así que los primeros en corregirse debemos ser nosotros mismos, porque ellos harán un reflejo de nosotros.
'LOS ABUELOS'
Por lo tanto, los abuelos deben de respetar la decisión de los padres en cada momento sobre la reeducación de sentimientos que se le esta estableciendo al niño. Y no por el hecho de tener mas experiencia les da prioridad actuar a su antojo, esto debe quedar siempre claro entre ambas partes 'padre-abuelo', las generaciones son diferentes y por lo tanto también el criterio educativo.
En conclusión:
Los padres no deben manifestar las preferencias por ningún hijo. Ni expresar que existe un hijo preferido.
Porque cada uno de ellos es irrepetible, insustituible y único.
¿Que opináis mis queridos lectores sobre el tema 'celos'? ¿Habéis pasado por esta situación cuando erais pequeños?
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